top of page

Carta a Lundi Emilia:

Séptimo mes

 

                                                                        Diciembre 18, 2020

Mi conejita saltarín, 

 

Antes que nada, perdona la demora al

escribirte esta carta, ya la tenía en mi mente

desde hace rato, pero no había tenido tiempo

de sentarme y poderla redactar. Y es que

andas con las pilas bien puestas últimamente,

cada vez te mueves  más y emprendes más

exploraciones. Tenía muchas ganas de

escribirte la cartael mismo 14 de Diciembre y

es que coincidió con que ese día empezaron

las vacunaciones del Covid, muñeca yo no sé

si esto algún día lo puedas entender, pero

aquí estaré yo para explicártelo poco a poco,

como bien sabes llevamos ya casi un año en que este virus empezó a esparcirse por el mundo entero, por eso le llaman pandemia y ha sido algo sin precedentes, ya sabes que tu naciste justo cuando la situación estaba en el peor de los momentos, ya sabes que por esa razón no hemos podido conocer a tu familia, y también sabes que es por eso que andamos siempre cuidándonos con tapabocas y con un régimen estricto de limpieza, quizás porque nunca viviste nuestra vida como era antes, tal vez no entiendas el impacto tan grande que esta enfermedad ha tenido en nosotros, quizás ahora esta vida es tu versión de normal, y la verdad eso me aterra un poco, pero el hecho de que la gente esté siendo vacunada es un avance importantísimo, no sabes las ganas que tengo de escribirte en una próxima carta de como las cosas han mejorado con la vacuna y de como las cosas están retomando nuestra normalidad.

 

¡Entre otras cosas, en este mes nos hemos aventurado a probar sabores y texturas muy ampliamente, nunca imaginé que este tema de la alimentación complementaria me fuera a gustar tanto! Yo pensé que los bebes comían compota y tomaban tetero hasta que se iban a la universidad, pero por ti he aprendido tantas cosas de este tema y me emociono tanto cada día que te doy a probar algo nuevo, puedo quedarme horas contemplando como tu analizas la comida, por ejemplo hoy comiste coliflor por primera vez, entonces tu veías el arbolito en tu plato y extendías tus manos haciendo cálculos físicos en tu mente de que tanto debías extender la mano, que tanto debías abrirla, que tanto pesaba el arbolito y como podías mover ese objeto del plato y llevarlo a tu boca, ya una vez que estaba en tu boca, lo chupabas, lo mordías, lo empujabas, lo tragabas, lo escupías, lo untabas, lo tirabas, en fin todo un proceso de exploración, lo que me recuerda a un ejercicio que siempre te hacen hacer en cursos de meditación, y es el ejercicio de la uva pasa, el cual consiste en tomar una uva pasa y observarla de tal forma como si fuera un objeto nunca antes visto, todo para que dirijas todos tus sentidos a ese momento a ese lugar, a esas sensaciones, y eso es lo que creo que haces cada vez que comes, eres de cierta manera hipnotizada por el coliflor que te lleva a explorarlo con tus cinco sentidos, y yo simplemente te observo, yo no quiero interrumpir ese encuentro tan hermoso, ya tendré tiempo para limpiarte y limpiar piso, paredes y techo de residuos de coliflor pero mientras tu estés concentrada, meditando con el coliflor yo no te interrumpiré. 

 

Este mes ha habido un progreso monumental en tu experiencia en el jardín, yo he procurado estar contigo más tiempo en las mañanas para que así llegues al jardín una vez hayas tomado una siesta y dos tomas de lechita, así ya llegas lista para jugar y no con ganas de dormir ni de comer, al parecer ha funcionado de maravilla porque ya no lloras cuando te dejamos ni nos haces pucheros, ahora al parecer te molesta cuando te recogemos y te llevamos a casa, seguro ahora te estas divirtiendo mucho con tu compañerita Freyja con la que pasas mucho tiempo y según tu maestra andas buscando constantemente, a mí me se me quita un tormento de encima, ya sé que estas contenta y que ya entendiste que no te estamos abandonando, a mí me da un gusto enorme verte regresar y lo primero que quieres hacer es que te consienta y me acurruque contigo en la cama, yo no tengo ninguna objeción al respecto, me encanta meterme contigo en la cama y darte de comer y ver como te duermes mientras veo por la ventana como el sol se va ocultando y como esa araña gorda que vive en el árbol que esta frente a la ventana sale con sus patotas a ver que bichitos cayeron en su telaraña, quizás mi vida ahora se ha simplificado tanto entre panales, biberones, coliflores y jardines que quizás nunca me había quedado meditando a contemplar esa araña gordota y es que quizás nunca en realidad había tenido tiempo para meterme en la cama durante el día para simplemente usar mis cinco sentidos en ese presente y nada más, y es que así como tú con el coliflor así yo me estoy desenredado de convicciones, presunciones, estereotipos, pensamientos forzados de cómo ser y que hacer como madre, yo simplemente quiero estar aquí contigo a tu lado para verte crecer.

 

Mientras te veo crecer tu ya estas levantando tu brazo cuando saludas a alguien, también estas pasando mucho tiempo boca abajo y estas desplazándote hacia atrás, seguro eso fue el cangrejo que vimos el otro día en la playa quien te enseño a caminar para atrás, una vez estando boca abajo giras 360 grados buscando todo lo que esté a tu alcance para meterlo a tu boca, luego con un intento de emprender el gateo, apoyas tus rodillas y tus manos, pero aun no sabes muy bien que hacer una vez en esa posición. Lindura mía estas muy cerca de emprender nuevas aventuras desde otro plano físico y eso me emociona y también me asusta, ya te estoy viendo meter en toda clase de problemas que me van a tener pendiente de un hilo, solo espero que sea un hilo tan fuerte como ese de la telaraña que teje nuestra amiga la araña en aquel árbol y que aguante tanto tus caídas como mis desmayos.

 

Te quiero profundamente mi borreguita topetona.

 

IMG_4828_edited.jpg
bottom of page